He experimentado el transporte público en Colima desde que existía la ruta amarilla y la verde. Una del este y otra del oeste. Íbamos a Bahía 70, la estación de transbordo por excelencia, para poder ir a Villa de Álvarez. Ví iniciar la ruta 1, y de regreso la ruta 2 por la recién asfaltada Felipe Sevilla del Río. Tiempos cuando aún las rutas eras legibles, sabías de donde venían y a donde iban. Vimos transformar los grandes vehículos por los minibuses, y vimos como el desenfrenado crecimiento urbano de los años 90 hizodesaparecer esa legibilidad, esa novedad y esa necesidad de usar el transporte público, para sustituirlo por más autos, más destinos lejanos, más confusión en los viajes.
Ahora, ya no como usuaria pero como analista urbana, me doy cuenta de una verdad oculta atrás del mito actual del transporte.
El transporte público en Colima está en crisis. Datos oficiales del INEGI nos dices que movemos en transporte público solamente al 10% de la población, cuando una ciudad eficiente debe mover a más del 50%. Datos de la Dirección de Transporte nos dicen que no es el 10%, sino el 6% de la población, siendo estos grupos el único grupo casi cautivo del transporte público, ansioso de poder tener la posibilidad de no tener que usarlo, cuando la tarifa depende de la cantidad de usuarios del sistema.
Un buen transporte para los usuarios no esta hecho solamente de una buena tarifa, un buen transporte quiere decir: seguridad, más frecuencia de paso, mejores horarios, rutas que conecten puntos de origen y destino, rutas legibles, cortesía de los conductores, respeto de los usuarios hacia las unidades, tarifación integrada, señalización, mobiliario urbano accesible, información, información, información.
Un buen transporte para los concesionarios quiere decir, tener un sistema de gestión integrada, una filosofía y visión de empresa, seguridad en la adquisición y mantenimiento de las unidades, patios de guardado, infraestructura urbana para transporte, capacitación a choferes, seguridad en el trabajo, financiamiento continuo y seguridad legal.
Estos elementos los tienen claros los que cada día, como trasnportistas o como usuarios, dan vida al transport público. Que hace falta entonces para lograr esta transformación? Se los digo en mi próximo post.