Hoy en día el tema de la seguridad está en boca de todos. La ciudad se percibe cada vez más insegura. Estadísticamente, en un año se han duplicado algunos índices de inseguridad, así también la conciencia y el imaginario colectivo de la misma. Como estudiosos urbanos, regresamos a preguntar a los habitantes de las colonias más marginadas e históricamente más inseguras de la ciudad, cuales es actualmente su situación, que está cambiando en sus colonias y que podemos hacer para mejorar la situación. Les comparto un par de cosas que me parecieron interesantes:
1. La mayor inseguridad urbana se vive dentro de los hogares: la violencia intrafamilar es aún la más grande preocupación social de los ciudadanos. Quienes la viven, piden desesperadamente ayuda, muchas veces no para quienes la sufren directamente, pero para los niños para quienes no quieren este presente en su futuro, fincando en ellos la esperanza del cambio y transformación de una realidad familiar que ya no funciona.
2. La falta de accesibilidad y movilidad es un gran factor de inseguridad: Vivir en una zona sin acceso, o con accesos restringidos, sin transporte público o bien fracturados por las grandes infraestructuras, es aún un gran factor de inseguridad. Separados por la vía del tren, por un arroyo sin puentes, en áreas sin iluminación y sin mantenimiento adecuado. «Dennos un espacio, nosotros lo mejoramos!», «Queremos ser visibles, que la ciudad se de cuenta que detrás del río, detrás del tren, estamos aquí».
Las ganas de cambiar son muchas, y para esto no piden la respuesta, por el contrario demandan ser parte de la respuestas. La comunidad pide herramientas, pide visibilidad, pide ser tomado en cuenta, pide que las grandes infraestructuras primero lleguen a los más necesitados. ¿Cuando las grandes inversiones irán primero al Sur?
Se han hecho muchas inversiones al sur de la ciudad, pero aún no son las suficientes. Las grandes inversiones faltan y faltan mucho.
La seguridad es una ecuación multivariante. Lo que nos llevamos del trabajo con la gente, es la convicción de que ellos saben mejor que pasa, que es lo que falta y donde están las fuerzas para cambiar la situación.
¿Que debemos hacer para que esas voces sean una prioridad en la formulación de verdaderas políticas públicas?